Cada vez es mayor el número de estudiantes que una vez finalizan sus estudios académicos, complementan su formación con cursos de post-grado en Universidades y Escuelas de Negocio, pero los recién titulados con máster o cursos superiores no lo tienen fácil a la hora de encontrar su primer puesto de trabajo, si bien la formación recibida les ayuda positivamente en los procesos de selección, no hay que olvidar que la mayoría de los directores de recursos humanos valoran tanto o más las capacidades personales, actitudes, experiencia anterior y adecuación al perfil que un excelente currículum vitae lleno de titulaciones.
Pero se puede ir observando como cada día crece el número de personas jóvenes, con estudios medios y/o superiores que ante los problemas por encontrar su primer empleo, optan por una salida diferente: El Autoempleo. El Autoempleo no es la panacea que da soluciones a los problemas de desempleo juvenil que sufre la sociedad española y especialmente nuestra región, pero se está convirtiendo en una de las opciones más valoradas por la juventud.
La motivación que dirige a estas personas a poner en marcha sus propios negocios es muy variable, pero en su mayoría coinciden en opinar que desean ser sus propios jefes, obtener una mayor retribución económica y/o desenvolverse como profesionales independientes en un sector concreto, al cual les resultaría, muchas veces muy difícil acceder como trabajadores. En su mayoría son conscientes de que iniciar un negocio implica una dedicación plena y una gran responsabilidad a la hora de sacar adelante su proyecto, pero estas cuestiones no preocupan en exceso, ya que su objetivo es realizar su trabajo de forma autónoma.
Cuando se desea iniciar una nueva actividad, en primer lugar y aunque parezca obvio lo que se va a exponer, no siempre parece así, lo más importante es la idea; en muchas ocasiones los nuevos emprendedores tienen muchos y muy diversos proyectos en su cabeza, pero la realidad indica que es necesario centralizarlos y convertirlos en LA IDEA, el proyecto, el negocio.
Cualquier proyecto de creación de una empresa nace siempre del desarrollo de una idea, en ocasiones ésta va acompañada de los apellidos innovador o tecnológico, pero no debemos olvidar que hay un importante nicho de mercado en las ideas que lo que pretenden es mejorar, ampliar o complementar aquellas otras de empresas que ya ofrecen determinados productos, bienes o servicios. Lo más importante es saber qué queremos hacer, y cómo lo queremos hacer, y que se haya detectado en el mercado una necesidad para introducir nuestro producto, bien o servicio.
El siguiente paso a la hora de poner en marcha un nuevo negocio es realizar un buen Plan de Empresa, pero ¿cómo desarrollar este plan de negocios? y ¿qué importancia tiene su elaboración?. Estas son las preguntas más frecuentes que se realizan los jóvenes emprendedores. El Plan de Empresa debe ser la carta de presentación o tarjeta de visita de cualquier emprendedor que quiera buscar financiación o apoyos a la hora de poner en marcha su idea, pero su elaboración no debe convertirse en una ardua tarea que desilusione a los nuevos empresarios, para ellos existen diversas instituciones públicas y privadas castellano-manchegas, entre cuyas funciones se encuentra la de apoyar y ayudar a todos los emprendedores para alcanzar el éxito en el nuevo camino que comienzan.
Por último, nadie debe olvidar que el éxito de una nueva empresa no necesariamente requiere grandes conocimientos, ni una experiencia avalada como profesional, tan sólo es preciso elaborar correctamente una estrategia de autopromoción: Saber venderse a uno mismo. Como dijo Josh Billing: “La vida no consiste en tener buenas cartas, sino en jugar bien las que uno tiene”.
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