Es habitual emplear esta palabra para designar a una persona que crea una empresa, que encuentra una oportunidad de negocio, o que empieza un proyecto por su propia iniciativa. Solemos afirmar con frecuencia que ser emprendedor es una de las cualidades fundamentales de un empresario, junto a la innovación y organización.
Muchos de vosotros, al leer estas definiciones, habréis pensado algo parecido a “yo es que no valgo para eso”, “algo se me ha pasado por la cabeza pero nadie apostaría por mí”, “quizás algún día, pero de momento mejor me quedo como estoy”, “ya no hay nada que inventar”, etc.
La mayoría de las ideas brillantes se quedan en el camino por miedo al fracaso o por no querer arriesgar ni cambiar nada en nuestro día a día.
Por eso, a continuación expongo algunos ejemplos de ideas brillantes, inventos que hoy disfrutamos gracias a que un día alguien se atrevió a creer en ellos y a desarrollarlos, aunque algunas personas le advirtieron que no lo hiciera.
• John D. Rockefeller
Paradigma del capitalismo.
Con 22 años inicia el negocio del petróleo.
Ya de niño vendía a sus compañeros de clase piedras de formas y colores que recolectaba personalmente.
Amasó una fortuna de 50 dólares que prestó a un granjero vecino a un interés del 7%.
• Mohamed Yunus
Creador de GRAMEEN BANK, el Banco de los Pobres y de los Microcréditos
Trabajador de la Universidad de Chittagong (Bangladesh).
Tuvo la idea de prestar 27 dólares a un grupo de 42 mujeres para emprender un negocio.
• Amancio Ortega
Creador del imperio INDITEX.
Comenzó trabajando en una mercería LA MAJA y de allí dio el salto a crear su primera empresa “Confecciones GOA”, su producto estrella era la producción de las batas de guatiné rosas con los vivos azules, tan de moda en la década de los 60.
Su concepción empresarial se asentó en la máxima de 'ofrecer moda a bajo precio' e ideó una fórmula para abaratar costes que pasaba por la formación de un negocio integrado en el que se fabricaba, se distribuía y se vendía directamente el género.
• Konosuke Matsushita
Creador de Panasonic.
La gente decía de él “Con esas orejas como las alas de un avión y un metro y medio de estatura nunca llegará muy lejos”.
El primer paso para alcanzar tu propio éxito empresarial, sólo lo puedes dar tú, guiando tus pies hacia el emprendizaje.