Recientemente ha llegado a nuestras manos una parábola de autor desconocido, que refleja muy bien las diferencias entre unos profesionales y otros en cuanto a la planificación del tiempo. Con este sencillo relato nos daremos cuenta de la “obsesión” que nos arrastra en muchas ocasiones por sacar el máximo partido posible al tiempo para trabajar, incluso a costa de privarnos de los pilares fundamentales de nuestra vida: familia, amigos, salud, etc. Aunque se quiera que esos pilares permanezcan en el lugar de siempre, si no se gestiona correctamente el tiempo existe el riesgo de que los pilares pierdan su solidez.
Un experto asesor de empresas en Gestión del Tiempo quiso sorprender a los asistentes a su conferencia. Sacó de debajo del escritorio un frasco grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa, junto a una bandeja con piedras del tamaño de un puño y preguntó:
Un experto asesor de empresas en Gestión del Tiempo quiso sorprender a los asistentes a su conferencia. Sacó de debajo del escritorio un frasco grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa, junto a una bandeja con piedras del tamaño de un puño y preguntó:
- ¿Cuantas piedras piensan que caben en el frasco?
Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco. Luego preguntó:
- ¿Está lleno?
Todo el mundo lo miró y asintió. Entonces sacó de debajo de la mesa un cubo con gravilla. Metió parte de la gravilla en el frasco y lo agitó. Las piedrecillas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes. El experto sonrió con ironía y repitió:
- ¿Está lleno?
Esta vez los oyentes dudaron:
- Tal vez no.
- ¡Bien!
Y puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras y la grava.
- ¿Está bien lleno?- preguntó de nuevo.
- ¡No!- exclamaron los asistentes.
- ¡Bien!- dijo.
- ¡Bien!- dijo.
Y cogió una jarra de agua de un litro que comenzó a verter en el frasco. El frasco aún no rebosaba.
- Bueno, ¿qué hemos demostrado?- preguntó.
Un alumno respondió:
Un alumno respondió:
- Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas.
- ¡¡¡No!!!- concluyó el experto: lo que esta lección nos enseña es que si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas después.
¿Cuáles son las piedras grandes en tu vida? ¿Tus hijos, tus amigos, tus sueños, tu salud, la persona amada? ¿O son tu trabajo, tus reuniones, tus viajes de negocio, el poder o el dinero? La elección es tuya. Una vez te hayas decidido..., pon esas piedras primero. El resto encontrará su lugar.
Todos nos vemos envueltos en un mundo laboral, de consumo, de obligaciones... que nos envuelve sin darnos cuenta de qué nos hace llegar hasta donde nos encontramos, qué nos hace felices, dónde están nuestras alas... Asentemos las bases para poder transmitir dichos valores...
ResponderEliminarGracias por la parábola.. Siempre que frenamos y leemos algo que nos hace pensar, nos miramos a nosotros mismos y sabemos en qué tenemos que comenzar a cambiar...
Una gran enseñanza
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