Para no perder clientes, tenemos que estar atentos a los cambios, por este motivo tenemos que atender las necesidades y readaptar nuestras ofertas a las nuevas necesidades de los consumidores, este paso es primordial para sobrevivir, ya que en tiempos difíciles, los hábitos y la costumbre cambian y la empresa debe estar atenta a esos cambios, si quiere sobrevivir. Te sugerimos cinco consejos para evitar que tus clientes se marchen.
- Una atención poco atenta: Es muy importante identificar los rasgos esenciales de nuestro público objetivo y adecuar la formación del personal encargado de atenderle a esa realidad. Merece la pena invertir tiempo y dinero en su formación porque puede significar la diferencia entre el éxito o el fracaso de un modelo de negocio. Todos nos hemos encontrado en alguna ocasión que el trato que hemos recibido no es el que esperábamos y eso ha sido determinante para renunciar a ese establecimiento o empresa. Aquí también se incluye otro concepto crucial para conservar clientes: la fidelización.
- Antes de bajar las tarifas, valora tus servicios. Es importante analizar si nuestras tarifas siguen siendo las que establece el mercado o no. Porque es cierto que en los años de bonanza, algunos precios se hincharon demasiado y, al llegar las vacas flacas, a algunos se les ha olvidado ajustarlos. Debes buscar una estrategia que te permita diferenciarte y aprende a identificar bien tu oferta para que puedas cobrar más por servicios añadidos.
- Escucha a tus clientes y analiza sus quejas. Si no cumples con lo que el usuario espera de ti, bien porque has creado un importante valor de marca, bien porque has publicitado una serie de servicios o cualidades, la publicidad negativa que vas a recibir va a ser mucho mayor que el perjuicio que ha sufrido tu usuario. No prometas más de lo que puedes dar, rebaja tus pretensiones si es necesario y ajusta tu oferta a tu capacidad. Si el daño ya se ha hecho, intenta corregir el fallo que ha provocado la salida de tu cliente y házselo saber a través de una comunicación personal
- La ambición nubla la visión. Cuando te plantees una estrategia, debes dejar muy bien atado el día a día de la empresa: quién va a asumir las funciones de dirección, quién va a ocuparse de la cartera de clientes, cómo va a ser el funcionamiento. Merece la pena dedicar tiempo y dinero en organizar correctamente el equipo antes de emprender proyectos tan ambiciosos.
- Cuida tu cartera de clientes. Oblígate a contactar directamente con tus grandes clientes de vez en cuando, haciéndoles ver que detrás de la persona que les está atendiendo hay una empresa que vela por sus intereses. Si tu empresa es pequeña, esfuérzate por conocer el historial de cada uno de tus consumidores, pide feedback continuamente a tus vendedores, consulta las incidencias y una vez que tengas toda esa información, moléstate en analizarla y revisarla periódicamente.
Esperamos que estos pequeños consejos te ayuden en tu día a día, para mejorar tu negocio.
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